La economía peruana atraviesa un periodo de menor dinamismo, influida por casi una década de inestabilidad política y una serie de desafíos estructurales que frenan su crecimiento. Aunque el país mantiene pilares macroeconómicos sólidos, el entorno interno ha limitado su capacidad de expandirse al ritmo de años anteriores. Estas observaciones fueron destacadas por el presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), Julio Velarde, en una reciente entrevista internacional.
📉 La inestabilidad política y su efecto en el crecimiento
Julio Velarde advirtió que el país ha perdido impulso económico desde 2016 debido a los cambios continuos de Gobierno, conflictos entre poderes del Estado y crisis institucionales. Según expresó, “la inestabilidad de casi diez años ha golpeado el crecimiento”, señalando que la economía pasó de tasas cercanas al 6% a cifras apenas superiores al 2%.
Este retroceso no solo refleja menor inversión privada, sino también la cautela de empresas locales y extranjeras frente a un escenario político impredecible. Además, la salida de capitales registrada durante el gobierno anterior —cercana al 10% del PBI, según el propio Velarde— evidencia la sensibilidad del mercado frente a señales políticas adversas.
🧭 Pilares macroeconómicos resistentes, pero insuficientes
Aunque el dinamismo económico ha disminuido, Perú mantiene una estabilidad macroeconómica destacada en la región. Velarde señaló que el país conserva una de las deudas públicas más bajas de Sudamérica y una inflación que se ha mantenido por debajo del rango de varios países desarrollados. Recordó que “nuestro compromiso es con la inflación”, remarcando que la estabilidad cambiaria es una consecuencia de esa disciplina.
La solidez fiscal y monetaria ha permitido al país enfrentar crisis externas con menor vulnerabilidad, aunque esto no se ha traducido en un crecimiento robusto como en décadas anteriores. Hoy, el principal desafío es convertir esa estabilidad en un motor real de desarrollo sostenible.
📊 Comparación reciente del desempeño económico
A nivel regional, el Perú figura entre los países con mejores perspectivas de crecimiento en 2024 y 2025 según proyecciones de organismos multilaterales. Sin embargo, esto se explica más por el bajo crecimiento de la región que por una mejora sustancial de la economía interna.
Tabla comparativa (estimaciones generales)
| País | Tendencia de crecimiento reciente | Factores principales |
|---|---|---|
| Perú | Moderado (superior al 2%) | Inestabilidad política, recuperación lenta del consumo |
| Argentina | Bajo | Ajustes fiscales, reformas en proceso |
| Colombia | Moderado | Volatilidad interna, menor inversión |
| Chile | Lento | Caída de inversión y tensiones políticas |
🏦 Estabilidad cambiaria y proceso de desdolarización
Velarde destacó que el sol peruano es una de las monedas más estables de la región: en 25 años apenas se ha depreciado alrededor de un 5%, muy por debajo de otras monedas latinoamericanas. Atribuyó parte de este resultado a la política monetaria prudente y a la desdolarización progresiva del sistema financiero.
Recordó la transición de inicios de siglo, cuando más del 80% de los créditos estaban en dólares, frente a un nivel actual cercano al 24%. Pese a ello, aún existen segmentos dolarizados, sobre todo en créditos hipotecarios y ahorros de mayores ingresos.
🎓 Educación, pobreza y falta de reformas: los retos estructurales
Uno de los puntos más críticos señalados por Velarde es la falta de avances en educación y reformas estructurales. En sus palabras, “con un nivel educativo sumamente pobre, no hay forma de ser prósperos”, alertando sobre el retroceso en mediciones internacionales.
A esto se suma el aumento de la pobreza luego de la pandemia, fenómeno compartido por varios países emergentes ante la falta de redes de protección social más sólidas.
Las reformas pendientes —laborales, tributarias, educativas y regulatorias— se encuentran estancadas desde finales de los años 90. Según Velarde, sin estos cambios el país difícilmente volverá a crecer a tasas superiores al 5% o 6%.
🛡️ Autonomía del BCRP: un pilar fundamental
Sobre la independencia del Banco Central, Velarde resaltó que proteger a la institución de presiones políticas es clave para garantizar inflación baja y estabilidad. Subrayó que “aislar al Banco Central de presiones políticas asegura un mejor resultado en el largo plazo”, recordando que una de las decisiones más acertadas del país fue prohibir que el BCRP financie gasto público, especialmente después de vivir inflaciones extremas que llegaron a miles por ciento.
✔️ Ejemplo: cómo afecta esto al ciudadano
- Menor crecimiento = menos creación de empleo formal.
- Inflación baja = protección del poder adquisitivo.
- Tipo de cambio estable = menor impacto en productos importados.
- Falta de reformas = servicios públicos (educación, salud, transporte) sin mejoras significativas.
En pocas palabras: estabilidad macroeconómica sí existe, pero no basta sin un entorno político funcional ni reformas profundas.
Conclusión
La economía peruana mantiene fortalezas que muchos países de la región desearían: baja inflación, orden fiscal y estabilidad monetaria. Sin embargo, estos logros conviven con problemas estructurales que frenan el crecimiento. La inestabilidad política, la falta de reformas y el deterioro del sistema educativo representan los principales obstáculos para retomar el dinamismo de años anteriores. El desafío del país es transformar su estabilidad macroeconómica en oportunidades reales de desarrollo.
🔗 Enlaces de utilidad
- Banco Central de Reserva del Perú (informes y datos oficiales)
- Ministerio de Economía y Finanzas – Reportes de situación económica
- CEPAL – Análisis económico de América Latina
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