¿Puede una democracia morir sin un dictador? Según el prestigioso diario The New York Times, la respuesta es sí, y Perú sería el ejemplo más alarmante en América Latina. En un artículo reciente, el investigador Will Freeman expone cómo el poder político ha sido capturado por una red de intereses privados y políticos, mientras la presidencia se convierte en un símbolo vacío. ¿Qué significa esto para los ciudadanos? ¿Por qué la inseguridad y la corrupción siguen creciendo, sin importar quién esté en el cargo?


The New York Times sobre José Jerí: “En Perú ya no importa quién gobierne”


🏛️ ¿Quién manda en Perú si no es el presidente?

Freeman sostiene que desde 2018, Perú ha tenido siete presidentes, pero ninguno ha logrado ejercer un poder real. El artículo afirma que "quién ocupa la presidencia importa cada vez menos", ya que las decisiones clave se toman fuera del Ejecutivo, en una coalición informal de líderes políticos con vínculos cuestionables.

Entre los actores más influyentes menciona:

  • Keiko Fujimori, lideresa de Fuerza Popular.
  • José Luna Gálvez, fundador de Podemos Perú.
  • Vladimir Cerrón, prófugo y líder de Perú Libre.

Estos personajes, según Freeman, operan como facilitadores del poder, muchas veces en alianza con redes de corrupción, debilitando la institucionalidad democrática.


⚠️ Democracia sin dictador: ¿cómo se erosiona?

El artículo plantea que no se necesita un autócrata como Maduro o Putin para perder la democracia. Basta con que el Estado deje de proteger las libertades básicas:

  • Trabajar sin ser extorsionado.
  • Denunciar delitos sin represalias.
  • Caminar por la calle sin miedo a las pandillas.

Cuando el Ejecutivo tolera la criminalidad y no limita a los poderes privados depredadores —como narcotraficantes, mineros ilegales o traficantes de personas—, la línea entre burocracia y delincuencia se difumina.


📊 Tabla: Diferencias entre dictadura clásica y democracia erosionada

Aspecto Dictadura clásica Democracia erosionada
Control del poder Un líder autoritario Coalición informal de actores políticos
Libertades civiles Suprimidas por el Estado Desvanecidas por inseguridad y corrupción
Elecciones Manipuladas o inexistentes Formales pero sin impacto real
Responsabilidad institucional Centralizada en el líder Difusa y sin rendición de cuentas


📌 Ejemplo reciente: José Jerí y la continuidad del modelo

La llegada de José Jerí a la presidencia no ha generado cambios sustanciales. Las protestas ciudadanas continúan, especialmente por la falta de políticas efectivas contra el crimen organizado. Esto refuerza la idea de que el presidente gobierna “sobre el papel”, mientras el poder real se mantiene intacto en manos de los mismos grupos.


📣 Llamado a la acción

Es momento de que la ciudadanía exija no solo cambios de rostro en el poder, sino transformaciones estructurales que recuperen el equilibrio entre poderes, fortalezcan la justicia y limiten los intereses privados que operan desde las sombras.


✅ Conclusión: ¿Qué podemos aprender?

La democracia no muere solo con golpes de Estado. También se desvanece cuando el Estado se vuelve incapaz —o cómplice— de los poderes paralelos. El caso peruano es una advertencia para toda América Latina: sin transparencia, justicia y seguridad, la libertad se convierte en una ilusión.


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Jorge Andrés Amaya

Licenciado en Economía y Magíster en Administración. Apasionado de las herramientas digitales y los prompts IA.